Yumeko Jabami

Como se ha visto durante sus primeras apuestas, Yumeko ha demostrado poseer unos niveles de sentidos, memoria y observación superiores a la media y casi sobrehumanos, lo que no hace sino aumentar su capacidad de juego combinada con su inteligencia.

A pesar de la desventaja a la que se enfrenta cuando los demás hacen trampas, ella no se rinde. Esto se debe, en gran medida, a que no parece experimentar miedo o ansiedad por correr riesgos. De hecho, le produce emoción. Aunque a veces pierda, no se ve afectada emocionalmente por los resultados; simplemente utiliza su pérdida o ganancia como medio para satisfacer su hábito de juego.

Parece ser bastante consciente de sus excentricidades y de que su forma de apostar no sigue una conducta normal. Por ello, se alegra cuando la gente la apoya o la anima, especialmente sus cercanos, valorando mucho su amistad, aunque a su manera.

A pesar de la evidente alegría y el placer que le proporciona el juego, Yumeko comprende racionalmente que su comportamiento es inmoral y depravado; habiendo admitido que no siente absolutamente ningún remordimiento o simpatía por las personas a las que ha derrotado y arruinado en una apuesta. Sin embargo, a pesar de su falta de remordimiento por haber destruido a otros para alimentar su adicción al juego, Yumeko ha admitido que, en cambio, se siente culpable por su incapacidad de simpatizar con sus víctimas.